
- Editorial:
- SALLYBOOKS
- Ano de edición:
- 2019
- Materia
- Banda deseñada europea
- ISBN:
- 978-84-17255-30-5
- Páxinas:
- 68
- Encadernación:
- Cartoné
- Colección:
- Cómic
LA INVOCACIÓN DE ION
GUTIÉRREZ, MANUEL
En una época oscura donde el paganismo y la magia ancestral son la única verdad, vive Ion, un inestable aprendiz de hechicero. En un momento de rabia, Ion invocará a Ereti, su abuela muerta desde hace 15 años. Un acto que desatará el caos en su vida y lo hará enfrentarse, cara a cara, a su pasado.
«Si el día es para los humanos hijos de Dios
dejen la noche para los que no lo son. Ni humanos, ni hijos de una divinidad masculina». Ricard Ibáñez
La invocación de Ion es un cómic de fantasía y aventuras. Un viaje a la mitología prerromana, al norte de la península ibérica en un marco temporal donde no hay escritos ni legado, solo leyenda, dólmenes y símbolos en las rocas. Donde los entes de la naturaleza tienen adoradores y pueden ser invocados al plano terrenal
En los contenidos adicionales de La invocación de Ion destaca un epílogo del historiador Ricard Ibáñez, el autor del juego de rol Aquelarre. Un texto que complementa y amplía el universo iniciado en el cómic sobre los mitos, los entes y el paganismo vasco. Además, este aporte de Ricard, cierra el círculo del homenaje que La invocación de Ion hace al rol y, sobre todo a sus jugadores y personajes.
La voz de los numina
La tierra, el fuego, el agua y el viento fueron el principio de todo. Desde la naturaleza y sus elementos, el paganismo, articula su panteón de criaturas, entes y genios irracionales, dándoles nombre. Y en la cima de todos estos seres, los numina. Seres inmortales asociados a la tierra donde nacieron y adorados por su poder sobre los antes citados elementos esenciales.
Quien tenga el control de estos, tendrá la capacidad de propiciar buenas cosechas, evitar inundaciones, ahuyentar a los lobos, curar a los enfermos
Pero también, la de castigar a los enemigos, provocar abortos, enfermar a los animales, levantar tormentas
Y es que los numina no tratan del bien o del mal, para ellos, este concepto no tiene nombre y por tanto, no existe. Así, nacieron los primeros hombres capaces de leer e interpretar las señales de los numina. Así nacieron los primeros sacerdotes paganos que empezaron a dar nombre a las diferentes caras del prisma que la naturaleza les ofrecía. Así nacieron los dioses paganos, a través de sus nombres y sus representaciones animales totémicas. Así, en definitiva, nacieron los intereses propios que, en la mayoría de los casos, eran enfrentados.
En el paganismo vasco destacaron dos grandes vertientes de adoración. El culto a la Dama de Amboto, la señora de los bosques y la tierra. Y la devoción a Akerbeltz, el dios astado de la naturaleza y la fertilidad, que, aunque en esencia representaban los mismos conceptos, en forma eran diferentes [
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